viernes, 13 de mayo de 2011

Arquitectura del siglo XX (resumen)

ARQUITECTURA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX

1. EL MOVIMIENTO MODERNO
1.1. Precedentes
Las transformaciones del Mundo contemporáneo obligaron a los arquitectos a enfrentarse a las nuevas necesidades derivadas de la industrialización y del crecimiento urbano. Tenían dos opciones principales, o mantener los modelos del pasado, o romper radicalmente con la tradición. En el siglo XIX la respuesta casi unánime fue la primera a través de los estilos historicistas. En el XX, en el contexto de las Vanguardias, se impuso la segunda opción, que algunos historiadores del arte denominan Movimiento moderno, otros Arquitectura funcional y algunos Estilo internacional. Fue una tendencia compleja, poco unitaria, que comenzó a principios de siglo, alcanzó su cenit a partir de los años 20 y cerró su etapa más creadora con la Segunda Guerra Mundial.

Entre los antecedentes del Movimiento moderno hay que destacar:
-La arquitectura utilitarista de la Escuela de Chicago.
-El Modernismo, que puso las premisas del lenguaje de la nueva arquitectura del siglo XX. Adolf Loos, arquitecto formado en la Sezession vienesa, está considerado como el padre del Movimiento Moderno, por sus obras de volúmenes simples y depurada ornamentación. Fue el eslabón europeo con la arquitectura de Chicago.
-También conviene recordar que, a principios de siglo, un grupo de arquitectos y artesanos alemanes fundaron el Werkbund, escuela que pretendía la convergencia del arte, la industria y la artesanía, y que puede considerarse antecedente de la Bauhaus. En ella colaboraron Peter Berhens, Henri Van de Velde, Walter Gropius y Josef Hoffmann. P. Berhens construyó la fábrica de Turbinas, embrión de futuros edificios fabriles y una de las primeras obras de la arquitectura funcional.
-No pueden olvidarse las investigaciones y experimentos que sobre la representación del espacio hicieron los cubistas y que fueron decisivas para la renovación de las formas arquitectónicas.

1.2. Características generales
La arquitectura del Movimiento Moderno se caracteriza por:
-Empleo de los materiales modernos: el hierro, el acero, el hormigón armado, el cristal, etc.
-Predominio de las formas puras y de los volúmenes geométricos sencillos -cubo, cilindro…-que se organizan de forma ortogonal
-Ausencia de ornamentos
-Planos de color uniforme
-Concepción integradora del edificio en el entorno
-Adecuación del edificio a la función para la que ha sido construido. Si un edificio cumple su función, si resulta agradable estar en él, ese edificio es bello.

Dependiendo de a cuáles de los principios anteriores den más importancia los arquitectos, se habla de arquitectura racionalista y de arquitectura orgánica.

1.3. Arquitectura racionalista
Su concepción de los edificios se basa en el empleo de volúmenes geométricos elementales, proporcionados y armónicos. No hay elementos ornamentales porque las proporciones del conjunto y la distribución de los volúmenes que lo componen deben lograr una sensación estética, sin recurrir a los adornos. El racionalismo tiene como grandes representantes al suizo Le Corbusier y a los arquitectos de la Bauhaus.

Le Corbusier
Charles Edouard Jeanneret, conocido como Le Corbusier, nació en Suiza pero trabajó fundamentalmente en Francia. Sus opiniones penetraron hondamente en los arquitectos de todo el mundo gracias a los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (C.I.A.M.), que creó en 1928, y en los que tuvo una intensa participación.

Las obras teóricas de Le Corbusier, como El Modulor, que trata de las proporciones de los edificios, y Hacia una Arquitectura, alcanzaron gran difusión y tuvieron notable influencia en sus colegas. Su concepción racionalista se impuso en todas partes. En España, seguidores suyos crearon el G.A.T.E.P.A.C., Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea.

Características de la arquitectura de Le Corbusier:
Su material preferido fue el hormigón armado, ya que le parecía que, por su versatilidad, era el vehículo adecuado de expresión de su concepción arquitectónica.

Resumió sus ideas en los que llamaba cinco puntos para una nueva arquitectura:
-La estructura del edificio se apoya en pilares de hormigón (a los que denominaba pilotes) que aíslan al edificio del suelo.
-Terrazas jardín, para aprovechar las azoteas.
-Ventanas longitudinales que iluminan intensa y uniformemente los interiores.
-Planta libre, debido al sistema de pilotes, y a la ausencia de muros de carga, lo que hace posible que cada piso pueda ser distribuido con independencia.
-Fachada libre, ya que no está sujeta a la ordenación regular impuesta por los muros de carga.

Obras:
Primera etapa. Los principios anteriores se ven reflejados de forma arquetípica en la Villa Saboya, una casa de campo unifamiliar, y en la Unidad de Habitación, en Marsella, un gran edificio de vivienda colectiva. Es una etapa de gran rigor racionalista, de volúmenes limpios, sin concesiones decorativas.

La Villa Saboya, de Le Corbusier consta de tres plantas, una baja, otra central y una terraza. Levantada sobre unos pilares que en la planta baja son exentos y sin cerrar porque es un espacio reservado para aparcamientos.
Las tres plantas son diferentes porque cada una puede cerrarse como se quiera con la estructura de pilares. Tampoco las fachadas son iguales, las cuatro son diferentes por completo utilizando toda una variedad de formas y volúmenes pero siempre puros y racionalistas.
Unidad habitacional en Marsella, de Le Corbusier. Estas unidades de habitación están realizadas a base de líneas rectas, ángulos rectos, estructura en plantas repartidas en pisos, capaces de albergar hasta 1.200 personas. El bloque debe ser un macrocosmos con muchos servicios en su interior, funcional, lineal y racional. Ahora el arquitecto debe diseñar barrios porque los bloques son todos iguales. El arquitecto se transforma en urbanista.

En una segunda etapa las superficies arquitectónicas cobran un sentido más expresionista, escultórico y poético. La obra principal es la iglesia de Nuestra Señora, en Ronchamp, construcción de planta irregular, cuyas blancas superficies recuperan ya el movimiento. Su tejado es como un gran sombrero de hormigón de pesada apariencia, que interiormente parece flotar en la penumbra. Los muros adoptan deformaciones alabeadas y las ventanas son simples tragaluces cuyo cromatismo crea una atmósfera interior de espiritualidad y recogimiento. El púlpito exterior parece inspirarse en la tradición italiana.

La Bauhaus
La Bauhaus (Casa de la Construcción) fue una Escuela de Arquitectura y Diseño, que tuvo una enorme influencia en la arquitectura contemporánea. La fundó Walter Gropius, en el año 1919, en la ciudad alemana de Weimar. Gropius era un arquitecto de sólido prestigio, que había realizado ya algunas obras maestras como la Fábrica Fagus(1911).

La intención de la Bauhaus era combinar las actividades formativas de una Academia de Arquitectura y de una Escuela de Artes y Oficios, para así integrar todas las modalidades artísticas. Defendía que el arte debe responder a las necesidades de la sociedad. En la Bauhaus impartieron clases, entre otros artistas, Kandinsky y Klee.

En 1925 la escuela se trasladó a Dessau, donde permaneció hasta 1930; en esta etapa consolidó su prestigio y afirmó su clara voluntad racionalista.

Los principios arquitectónicos que defendía la Bauhaus eran:
-Dar gran importancia a los volúmenes pero no tanto a la masa global. El edificio se concibe desde dentro, desde su utilidad, desde su espacio.
-Retorno a la simplicidad ortogonal de las formas (la curva se usa excepcionalmente porque aumenta el costo). Es una arquitectura funcional donde todo ornamento es superfluo.
-Valoración de todos los campos visuales, abandonando la dictadura de la fachada principal.
-Aplicación de todos los avances de la técnica: un edificio debe ser agradable en lo estético a la vez que tecnológicamente puntero.

En estos años se llevó a cabo la obra que mejor refleja estas ideas: Walter Gropius construyó el edificio de la Bauhaus, con una planta geométrica pero carente de simetría, formada por varios pabellones y puentes en los pisos altos para enlazarlos, y con grandes ventanales. Los volúmenes correspondientes a las distintas dependencias se articulan siguiendo una directriz quebrada.

En 1927 la Bauhaus pasó a ser dirigida por Meyer. Izquierdista radical, Meyer veía en la arquitectura un medio para mejorar la vida de los obreros. En 1930 fue destituido por motivos políticos.

En su última fase, de 1930 a 1933, la Bauhaus se trasladó a Berlín y tuvo como último director a Van der Rohe. Para Mies Van der Rohe, el poeta de las rectas y de los planos, el hierro y el hormigón deben ir en el interior como un fuerte esqueleto, mientras que el vidrio formaría la piel. Su arquitectura es abierta hacia el exterior, buscando la integración con su entorno, como puede comprobarse en el recientemente reconstruido Pabellón alemán de la Exposición de Barcelona (1929), una hermosa planta libre racional, refinada y diáfana, cuyas estructuras se duplican visualmente en un estanque.

En 1933, cuando los nazis alcanzaron el poder, la Bauhaus fue clausurada. Meyer marchó a Rusia donde fue profesor en la Academia de Arquitectura de Moscú. Gropius y Mies Van der Rohe emigraron a EEUU. Con ellos se esparció por el mundo la semilla del racionalismo de la Bauhaus. Gropius dirigió el Departamento de arquitectura de la Universidad de Harward. Van der Rohe, por su parte, impartió clases en Chicago donde encontró el terreno propicio para sus proyectos. Entre sus obras en Estados Unidos destacan las torres de Lake Shore Drive de Chicagoy el rascacielos Seagram, en Nueva York, un gigantesco paralelepípedo de pureza racionalista, apoyado en pilares metálicos y con el exterior estructurado a base de pequeños módulos.

1.4. Arquitectura orgánica
Frank Lloyd Wright, arquitecto norteamericano nacido en Wisconsin, trató de integrar la arquitectura en su entorno natural. Nacía así la arquitectura orgánica según la cuál una construcción no debe destruir la naturaleza, sino integrarse en ella. La forma y los materiales utilizados deben estar adaptados al paisaje pero, a su vez, la forma debe permitir que el ambiente natural penetre en la casa. En él tuvieron influencia la arquitectura japonesa y la tradición anglosajona de las casas de campo.

La casa de la Cascada o casa Kaufmann, en Bear Run, se caracteriza por sus planos horizontales de hormigón adaptados a los desniveles del terreno, por sus muros verticales en piedra de aparejo rústico y por las estructuras voladas sobre la pequeña cascada; es una vivienda de tres plantas escalonadas armónicamente integrada en la naturaleza que la rodea.

Ya en la última etapa de su vida, construyó el Museo Guggenheim de Nueva York. El edificio tiene la forma de un tronco de cono invertido, con una rampa interior en espiral por la que descienden los visitantes y a la que se abren las salas en que se exponen las obras. En el centro se dispone un enorme espacio hueco cubierto por un gran lucernario acristalado. Encontramos aquí una de sus más características formas simbólicas, la espiral, a la que relacionaba con las ideas de eterno retorno y de conjunción entre lo finito y lo infinito.

El representante más importante de la arquitectura orgánica europea es Alvar Aalto. Contribuyó en la reconstrucción de su país, Finlandia, después de la Primera Guerra Mundial y sus trabajos en Helsinki, como la Universidad Técnica, cambiaron por completo el aspecto de la ciudad.

Otros arquitectos prestigiosos fueron el danés Jorn Utzon, autor de la Ópera de Sydney, y el canadiense Óscar Niemeyer (Catedral, Palacio del Congreso en Brasilia).

1 comentario:

Lucho dijo...

Buen resumen. Oscar Niemeyer es brasilero, no canadiense.